Diario de Kayrah:
Los días siguientes pasaron con normalidad, hasta que nos
atacaron… Mi hermano, a pesar de su comportamiento de siempre, hizo algo que
nadie se esperó: cogió a Fresia y Andra y las metió en un lugar seguro… Cómo me
hubiera gustado que se hubiera preocupado de mí también de aquella manera…
Aunque tenía cosas de las que preocuparme, ya que no paraban de lanzar
proyectiles en llamas, por lo que teníamos que intentar apagar todo lo que se
quemara. Alguien, no sé cómo, consiguió
darle desde mucha distancia a Kin con una lanza. Se la clavó justo en una zona
crítica. Corrí hacia él, estaba desesperada. Lo abracé con fuerza, mientras él
se quejaba. Pensé. Algo dijeron de que las ninfas tienen poderes curativos. Intenté
concentrarme. No sé cómo, pero conseguí curarlo. Abrió los ojos. Con la alegría
no pude evitar besarlo… Sus labios… Eran tan cálidos… Me incitaban a no separarme
nunca de él, quedarme así, siempre.
Diario de Kin:
De verdad… De verdad no quería que ese beso acabara. La
amaba. La amaba más que a nada. Y me había salvado. No me importaba lo que
dijeran Los Tres de Sunkian en ese momento… Pero no tardé mucho en arrepentirme
por pensar eso.
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-Idiota… ¡Idiota, idiota, idiota! – sentenció Sasco. – Lo pagará…
Corto pero interesante *-*
ResponderEliminarweeeeeeeee *¬*
ResponderEliminarSiento no haber comentado antes. Muy interesante. Quiero el siguiente >.< xD
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