sábado, 24 de septiembre de 2011

Cap 7

Mis padres nos comunicaron que al día siguiente nos íbamos. Estaba algo triste, mi madre volvió a camuflarnos haciéndonos pasar por humanas. Me puse algo triste al saber que no iba a poder jugar más al fútbol con los chicos del parque (Soy la única chica que juega) y tampoco podré “buggear” en el mar… El mar… Fui a la avenida y me senté en muro que daba a la playa. Vi las olas romper y me sentí mejor, pero a la vez angustiada por no poder volverlas a oír. Empezaba a atardecer y el cielo se teñía de una especie de mezcla entre naranja, rojo y violetas que hacía el momento mágico… Uno de esos momentos en los que desearías compartirlos con alguien especial y que te haga reír mientras pasa… En ese instante sentí que alguien se acercaba a mí por detrás y se sentaba a mi lado. Lo miré y vi que era Kin.

-Es precioso… Nunca había visto nada igual…
-Sí… Y yo nunca más veré nada igual. – dije bajando la mirada.

Me miró con una expresión de compasión y cariño.

-Eh, seguro que vuelves algún día.
-No lo sé…

Diario de Kin:

Reprimí mis ganas de acercarla a mí, besarla y decirle que no pasaría nada, que yo la traería de vuelta, pero tenía miedo, miedo de que Sasco, Cinza y Frinko se enfadaran conmigo. A Frinko probablemente le sería indiferente, a Cinza tal vez, solo tal vez le alegraría, pero Sasco se enfadaría conmigo, y quién sabe lo que podría hacerme para que lo pagara, tal vez la mataría a ella o algún miembro de su familia, o a Gina o a Rayo… Era mejor no jugar con eso… Debía protegerla.

-Tus ojos con la puesta de sol son rojos. – ella rió levemente.
-Eso es una gran parida.

Le sonreí, su risa… Me pierde, en realidad toda ella me pierde, no sé que tiene, que me pierde. No es que sea extraordinariamente guapa, pero tampoco es que sea fea. Cuando la vi en su forma de ninfa, con las vendas… Uff… Me quedé sin aliento… No sé… Sé que no debería pensar así pero es que… Me lo ponen en bandeja >.<

-Una gran parida que te ha hecho reír, así que para mí es un logro. – dije orgulloso.
- Jeje, si a ti te hace felíz di las paridas que quieras – me dijo sonriendo.

Diario de Kayrah:
El supo animarme aunque estaba hecha polvo… Parece un buen chico…


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