domingo, 7 de agosto de 2011

Cap 1 Diario de una chica extraña.

Como siempre me desperté a las 8:15 Me levanté, fui al baño, desayuné, vi un poco la tele, y a las 11:00 de la mañana ya me había ido al parque. Allí, jugué un rato al fútbol con los chiquillos que vivían en esta calle, y luego fui a casa a comer. Hacia las 16:30 me cambié de ropa, me puse el bikini y cogí la licra y el buggy. Me despedí de mis padres y le puse la correa a Gina. Gina es mi perra, un husky siberiano rojo, muy jovencita, puesto que es todavía una cachorra, la verdad es que es una perra preciosa. Cuando llegué a la playa, Gina se quedó al lado de la toalla, vigilando que alguien me robara las cosas, mientras yo cogía olas, en eso consistían mis tardes de verano. Me quité la ropa y me puse la licra. Me até a la muñeca el buggy y entré en el agua, dispuesta a hacer bodyboard. Estuve un rato cogiendo olas, y al salir del agua vi a alguien justo en mi toalla. En ese momento mi pensamiento fue: “Tener a Gina al lado de la toalla para esto -.-‘  ” Me acerqué corriendo, dispuesta a “entablar conversación” o más bien gritar y cabrearme, con aquel individuo.

-¡Eh! ¿Qué haces ahí?

Descubrí que era un chico de más o menos mi edad. Yo tengo 12 años, pronto cumpliré 13. Y os preguntareis, ¿cómo es que dejan ir a una chica de 12 años sola a la playa? La respuesta es fácil, mi casa está a dos calles de la playa, y no, mi casa no es un piso, es dúplex, en realidad todas las casa de aquí, menos las de la primera línea de la playa, son dúplex. Las primeras son o pisos, o tiendas y restaurantes turísticos. El chico tenía dentro de su sudadera un perrito blanco de orejas marrones. Entonces me di cuenta de que aquel chico estaba acariciando a Gina. “Debí imaginarlo” pensé “Es fácil sobornar a una perra de 5 meses ^^’”

-Eeeeeh… ¿Q-Qué haces con mi perra? ¬¬
-Nada. Así que es tuya.
-S-Sí, ¿s-sabes? E-Es como si yo te preguntara ¿Ese perro es tuyo?

Señalé al perro blanco de la sudadera de aquel chico.

-No, no es mío, solo es un amigo. Yo no pienso que Rayo sea mi posesión, pienso que es mi compañero, mi amigo, alguien que me sabe escuchar.

Me quedé embobada escuchando las palabras de aquel chico. Él pasó al lado mío, y se fue con aparente dirección al otro extremo de la playa, yo lo observé, todavía embobada, hasta que Gina ladró. Entonces me di cuenta de una cosa, el tío era un gran carota que se había escaqueado de la supuesta bronca que le iba a dar, pero… Por alguna razón… Sus palabras me llegaron al corazón.

-Bueno, Gina, a partir de ahora no serás mi perra, serás mi compañera y amiga ^^ El chiquillo ese es algo extraño… ¡Pero qué nombre le ha puesto al perro! Rayo, ¡eso es nombre de coche! -.-
Volvimos a casa. La verdad, mi casa parece una reserva natural. Mi madre, Nuria, y mi padre, Sergio, tienen dos gatos. El gato de mi madre se llama Rinko (por lo visto se inventó el nombre) y la gata de mi padre se llama Linda. Rinko tiene el pelo blanco y los ojos amarillos, y Linda tiene un pelaje atigrado y los ojos también amarillos. Mi hermano mayor, Álvaro, tiene un mono. Sí, lo que leéis, tiene un monito ardilla, es precioso, pero es un poco pesado -.-  La verdad, no sé de donde lo sacó. El mono se llama Ardilla… Es que mi hermano tiene taaaanto arte para los nombres… -.-‘ Mis hermanas pequeñas, Fresia y Andra, también tienen mascota. Ellas son gemelas, al igual que sus mascotas. También son perros. El macho, que pertenece a Andra, la más masculina de las dos, y la que más se parece a mí, mi hermano y mi padre, se llama Negrito, al parecer, Andra tiene tanta originalidad como Álvaro -.- Y Fresia tiene a la hembra, que se llama Luna. Son dos pastores alemanes. ¡Uy! No he dicho mi nombre, soy Kayrah ^^ Les saludé, cenamos, y me fui a la cama. Gina, como siempre, se durmió encima de mí.

Espero que sea suficiente y os guste >.<

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